Día del orgullo autista, los padres motores de la revolución

Hoy se conmemora el Día del Orgullo Autista, una fecha para visibilizar la neurodiversidad, buscar el respeto y la aceptación hacia las 114.389 personas que en Argentina, fueron certificadas con el trastorno del espectro autista (TEA), según la Agencia Nacional de Discapacidad.

El autismo es un trastorno de origen neurobiológico que afecta la configuración del sistema nervioso y el funcionamiento cerebral, dando lugar a dificultades en dos áreas principalmente: la comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y de la conducta, además de tener patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.

De acuerdo con el último informe estadístico realizado por la Agencia Nacional de Discapacidad, en noviembre del 2023. La provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires concentran más de la mitad de las personas certificadas con Trastornos del Espectro Autista del país. Le siguen Córdoba, Santa Fe y Mendoza. 

En el Día del Orgullo Autista, una fecha impulsada desde 2005 por Aspies for Freedom, organización que busca concientizar sobre los derechos de quienes experimentan algún tipo de trastorno del espectro autista (TEA), analizaremos la situación actual de las personas en esta condición.  

En esta materia, Argentina lleva un buen camino recorrido y va en la dirección correcta, según Mara Chappa, psicóloga en la Unidad de Desarrollo Infantil del Hospital “Elina de la Serna”. “En estos últimos años ha habido una revolución respecto al tema y principalmente lo que pareciera que ocurrió, es que el autismo fue considerado como una condición y aparecen teorías que fundamentan una causa neurobiológica. Desaparece el trauma de la infancia, con los padres con la crianza, se quita la culpa de la crianza”. 

Para la especialista, uno de los principales protagonistas de este cambio rotundo han sido los padres de familia, “son quienes han motorizado esta revolución, han creado asociaciones de padres, han invertido en difusión, antes en papel, ahora más usando las redes, pero ellos fueron los que alentaron todo eso con los pocos profesionales que empezaban a trabajar desde la educación y desde generar apoyos a los chicos con autismo”.

Aprendiendo juntos
Igualmente el esfuerzo ha sido conjunto, pues aunque el desconocimiento inicial fue grande, la sociedad en general y la comunidad educativa se han interesado por aprender del tema y abrirse  nuevas miradas que les permita entender a las personas en esta condición y desde allí aportar a que su integración sea más fácil. “El problema más importante de un chico con autismo está en la comunicación, en cómo es su interacción con los demás, requiere que los adultos que estén con él, que los pares, lo ayuden, le den apoyos, colaboren, comprendiéndolo y entendiéndolo. Se puede decir que actualmente, un niño con la condición de autismo está recibiendo el apoyo que necesita, y que por ahí antes, o años atrás, no tenía”, explicó Chappa.

Mara Chapa afirmó que se trata de que cada parte tenga la posibilidad de interiorizarse, de ver cómo sumar un granito de arena en este mar de inclusión, “no es algo para segregar, para esconder, es para hacerlo juntos, así todos vamos aprendiendo juntos. Yo a entenderte, y vos a entenderme, es mutuo”.

Finalmente, la invitación para los padres que recién comienzan en este camino, es a que busquen apoyo en la gran red de profesionales con los que cuenta la ciudad y así ayudar de la mejor manera posible a sus hijos. “hay un montón de recursos, tratamientos individuales, orientación a padres, talleres de habilidades sociales, salidas recreativas, acompañamiento en la educación, las posibilidades son demasiadas y los padres deben saberlo porque son nuevas perspectivas con las que antes no contábamos”, puntualizó Chappa.