El 1 de octubre es el Día Internacional de la Hepatitis C, una celebración que nació debido principalmente a que en el mundo existen más de 170 millones de personas que la padecen, lo que la convierte en el virus más común de hepatitis que se puede transmitir y contagiar, si no se conoce su padecimiento o no se toma el tratamiento adecuado.
La principal razón por la que el virus de la hepatitis C se encuentre tan diseminado por el mundo, es que este se puede contagiar a través de relaciones sexuales sin protección, por inyectarse alguna sustancia en el cuerpo con una jeringa, por tratar una herida o hemorragia teniendo un corte en el cuerpo o incluso, realizándose un tatuaje o tratamiento estético en un lugar poco adecuado.
La hepatitis C es una variante del virus de la hepatitis, que se contagia por medio de la sangre, es decir, cuando la sangre de un portador de la enfermedad entra en contacto con la sangre de una persona sana. Se trata de una dolencia del hígado que puede ser aguda o crónica y cuya gravedad varía entre una dolencia leve de solo algunas semanas a una grave, con secuelas de por vida.
En un principio la única manera de detectar es virus, es por medio de un análisis de sangre, pero con el paso del tiempo la enfermedad va agudizándose produciendo una inflamación en el hígado que puede terminar desencadenando una cirrosis o incluso cáncer hepático.
La Secretaría de Promoción de la Salud de la Agremiación Médica Platensese adhiere a las campañas objetivo de sensibilizar e informar a la población sobre esta enfermedad.